20 septiembre 2023

Virgen del agua (Chasca)

Según la tradición oral, hace mucho tiempo en la Barra de Santiago, en el departamento de Ahuachapán, existió un líder indígena conocido por su riqueza y crueldad llamado Pachacutec. Este hombre tenía una hija llamada Chasca, a quien había prometido en matrimonio al príncipe Zutuhil de una tribu local.

Chasca, una joven de gran belleza, un día conoció a un apuesto pescador de la isla de Zanate llamado Acayetl o Ayacetl. A pesar de la oposición de su padre, Pachacutec, Chasca se enamoró profundamente de él. Cada día, al amanecer, escapaba de su choza en un bosque de guarumos para reunirse en la playa con Acayetl, quien desde su balsa le dedicaba dulces canciones.

Sin embargo, una mañana triste y fría, la poza donde solían encontrarse estaba sumida en la melancolía. Apareció una canoa navegando hacia la playa: era Acayetl regresando de pescar. Corría emocionado hacia la orilla, pero un hombre oculto entre los juncos disparó una flecha. Este hombre había sido enviado por el padre de Chasca, Pachacutec. Acayetl cayó mortalmente herido, y mientras el sol teñía el mar de rojo, Chasca llegó desesperada al lugar, había sido testigo del asesinato de su amado.

En su dolor, Chasca tomó una decisión desgarradora: acompañar a Acayetl en la muerte. Regresó con una piedra, la ató a su cintura y se lanzó al agua. Las olas del mar cubrieron su cuerpo y desapareció bajo ellas.

La leyenda cuenta que, desde entonces, el espíritu de Chasca apareció por primera vez en una canoa blanca al lado de su amado Acayetl, la noche de luna llena siguiente a su tragedia. Y desde entonces, continúa haciéndolo en la Barra de Santiago. Es por esto que a Chasca se le conoce como la Virgen del Agua o la Diosa del Agua.


No hay comentarios:

Publicar un comentario