25 septiembre 2023

EL ABISMO

En el tranquilo pueblo de Everwood, la vida transcurría plácidamente bajo el cálido sol de verano. Sus calles arboladas y casas antiguas transmitían una sensación de seguridad y nostalgia. Sin embargo, bajo esa aparente tranquilidad se ocultaba un oscuro secreto que había atormentado al pueblo durante generaciones.

La leyenda hablaba de un túnel subterráneo, excavado en las profundidades de las colinas que rodeaban Everwood. Nadie sabía quién lo había construido ni con qué propósito, pero se decía que albergaba algo aterrador. Los lugareños se referían a él como "El Abismo". Cada noche, cuando la luna se alzaba en el cielo, el túnel parecía cobrar vida propia.

La primera vez que lo escuché, fue de labios de mi abuela. Me habló en susurros, como si temiera que las paredes tuvieran oídos. Me dijo que su propia abuela le había contado sobre el túnel, y que debía tener cuidado si alguna vez me aventuraba cerca de las colinas.


Esa noche, mientras estaba acostado en mi cama, me encontré incapaz de conciliar el sueño. La curiosidad me invadió y me dirigí a las colinas con una linterna en mano. El aire estaba cargado de electricidad y el viento soplaba de manera inquietante a través de los árboles.

Al llegar al lugar, encontré la entrada al túnel. Era una abertura oscura y ominosa que parecía llevar a las entrañas de la tierra. Mi corazón latía con fuerza mientras descendía por el pasaje estrecho, tratando de ignorar el persistente sentimiento de que estaba siendo observado.

A medida que avanzaba más y más en la oscuridad, comencé a escuchar susurros incomprensibles que resonaban en las paredes del túnel. La linterna parpadeaba, como si algo intentara apagarla. Mis pasos se volvieron más lentos y mi mente se llenó de miedo.

Finalmente, llegué a una gran cámara subterránea, iluminada por una extraña luz verdosa que parecía provenir del suelo mismo. En el centro de la cámara, había una figura alta y delgada de pie. Su piel era pálida y translúcida, y sus ojos emitían un brillo malévolo.

El Abismo
Me quedé paralizado mientras el ser se acercaba a mí. Habló en una lengua antigua y gutural que no podía entender, pero sentí que sus palabras eran un conjuro oscuro. De repente, todo a mi alrededor comenzó a temblar y el suelo se abrió bajo mis pies.

Caí en la negrura del abismo, sintiendo un frío inmenso mientras las sombras me envolvían. Durante un instante eterno, me sentí atrapado en un abismo interminable, enfrentando el misterio del túnel.

Desperté en mi cama al amanecer, convencido de que todo había sido un sueño. Pero cuando miré mi mano, aún podía sentir el frío de aquel abrazo invisible en mi piel. La leyenda del túnel de Everwood había cobrado vida, y sabía que no sería la última vez que me enfrentaría a su oscuro secreto.



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